domingo, mayo 26

¡Blitzkrieg!

 ¡Blitzkrieg!

La blitzkrieg (guerra relámpago) no surgió de la nada para paralizar los Ejércitos de Polonia y Francia. Su origen hay que buscarlo en los últimos años de la primera guerra mundial y en los escritos de algunos teóricos militares del período de entreguerras. 

El tipo de guerra que ha pasado a la historia con el nombre de Blitzkrieg tuvo una vida relativamente corta de tan sólo unos pocos años (desde 1939 a 1942), pero el impacto y los efectos que causó en estos mismos años le convirtieron en una auténtica revolución histórica. Mediante una serie de rápidas y eficaces campañas, los alemanes fueron capaces de demostrar a todo el mundo que eran maestros en una nueva forma de combatir que permitía superar las pérdidas y las carnicerías de la guerra de posiciones de 1914-1918 y humillar al enemigo con el mínimo coste para Alemania, y el máximo posible para el enemigo. 

Los primeros profetas 

Después de 1918 la mayoría de los ejércitos relegaron los carros de combate a misiones de apoyo a la infantería, aunque se alzaron algunas voces para reivindicar el potencial que los carros de combate tendrían en las futuras conflagraciones. Entre ellas se distinguió especialmente la del capitán Basil Liddell Hart y otros individualistas destacados como los generales Fuller, Martel, Broad y Lindsay que se unieron a Liddell Hart en la defensa de la fundación de una fuerza acorazada para utilización en futuras guerras. Mediante influencias, persuasiones y ensayos y libros, consiguieron que se formara a finales de los veinte la British Experimental Mechanised Forcé (fuerza mecanizada experimental británica), pero este cuerpo avanzado fue incapaz de sobrevivir a la prolongada crisis financiera y pronto fue disuelta. Sin embargo estas ideas fueron recogidas en otros países, en especial en Alemania, donde las teorías de Liddell Hart sobre una fuerza acorazada equilibrada fueron examinadas con gran detalle por algunos pensadores militares, entre ellos el futuro general Heinz Guderian. Este último pensaba que cualquier fuerza acorazada futura tendría que estar equilibradamente formada por carros de combate, artillería, ingenieros e infantería mecanizada en lugar de seguir la idea normal de la época de que una fuerza toda compuesta de carros podría dominar el terreno. 

Como ya es bien sabido, Liddell Hart y Guderian emergieron como los teóricos correctos. Lo que ellos proponían era una fuente equilibrada de la que su núcleo principal de ataque estaba formado por una punta de lanza móvil de carros de combate, infantería mecanizada y artillería. Pero mientras que Liddell Hart gastó inútilmente sus energías ante una audiencia que no oía, Guderian pudo poner algunas de sus ideas en práctica ai configurarse las primeras formaciones de carros alemanes en 1934. En un manual escrito poco después, definió la fundación de las nuevas divisiones Panzer conno la de crear «rápidas concentraciones de potencial de fuego que obtendrían rápidas rupturas del Frente, penetración profunda en frentes amplios y la destrucción del enemigo». Esta política la defendía en una época en la que el resto de los ejércitos todavía forzaban a sus carros de combate a moverse al paso de la infantería. Los alemanes simplemente incrementaron la velocidad de su infantería de punta de lanza, inicialmente gracias a transportarla en camiones y más tarde en semiorugas especializados. 

Las divisiones Panzer no estuvieron preparadas completamente hasta 1939, pues aún existían muchas reservas en el Ejército alemán, y donde estaban muy enraizadas las disciplinas y técnicas tradicionales, pero las tropas Panzer irían gradualmente adquiriendo entrenamiento y serían equipadas para sus nuevas misiones. Aunque los carros serían la punta de lanza, los primeros carros de combate alemanes eran poco más que máquinas de entrenamiento y familiarización. Eran pequeños, escasamente armados y blindados y tenían considerables limitaciones tácticas. La producción de nuevos diseños era lenta y cara. Pero estas limitaciones se subsanaron simplemente en emergencia mediante algo que puede ser descrito como la habilidad para adaptarse a los requerimientos de una guerra mecanizada y por la motivación nacionalista auspiciada por Hitler, que alentó a las tropas Panzer en cada momento. 

Teoría 

La Blitzkrieg es bastante fácil de describir. El Ejército alemán, utilizando las nuevas divisiones Panzer, fue capaz de formar una arrolladora punta de lanza ofensiva y lanzarla sobre puntos predeterminados de las líneas enemigas. Estos puntos eran elegidos cuidadosamente en lo posible, mediante la utilización de tropas de reconocimiento montadas, no sobre caballos como en 1918 sino sobre motocicletas y con vehículos blindados para proporcionar apoyo donde se necesitara. Mediante la radio, técnica nueva también de estos años, estas tropas informaban donde residía la fuerza o la debilidad del enemigo. Una vez seleccionado el punto de ataque avanzaban en masa los Panzer, cubiertos por la artillería y los bombarderos en picado. Mediante técnicas de impacto y choque, los Panzer avanzaban con la infantería mecanizada a sus espaldas y a sus flancos para despejar el camino, destruir los puntos tuertes y contrarrestar cualquier movimiento contra sus líneas de comunicación a medida que la falange Panzer avanzaba. Una vez roto el frente y aclarado el camino, se proporcionaba apoyo tanto en los propios cañones de los carros como por la utilización de los nuevos bombarderos en picado para destruir cualquier foco de resistencia. Los zapadores de asalto avanzan con los carros y la infantería mecanizada y al tiempo que los carros se internan profundamente, los restantes se dispersan en todas direcciones. 

Fue aquí donde residió el impacto de la nueva estrategia, ya que la movilidad y la potencia de fuego de los carros les permitía actuar con gran alcance y amplitud sobre las áreas de retaguardia del enemigo, romper comunicaciones, cortar suministros, crear destrucción y pánico y en general destruir la capacidad del enemigo de combatir organizadamente Con el enemigo incapaz de responder o realizar contraataque, los Panzer podían avanzar libremente a distancias hasta entonces imposibles de alcanzar y hacia objetivos distantes en períodos de tiempo cortos Al tiempo que avanzaban conservaban el apoyo de la infantería mecanizada y la inicial ausencia de artillería se subsanó mediante el empleo constante de los bombarderos en picado y otros aviones de apoyo. Si además se podían realizar desembarcos aerotransportados de paracaidistas, el impacto era mucho mayor sobre la moral del enemigo. Al continuar los avances sobre la retaguardia enemiga, la infantería convencional podía asumir los papeles de guarnecer los flancos y prevenir de posibles ataques a las líneas de comunicación propias. 

Explicado en estos sencillos términos, la Blitzkireg puede parecer fácil, pero en realidad la cuestión no es tan sencilla Se requería un alto nivel de cooperación, no sólo entre las armas que la componían sino también entre el Ejército y la Fuerza Aérea (la Luftwaffe), ya que al faltar artillería autopropulsada se utilizaba en el apoyo a los Junkers Ju 87 Stuka. Ello exigía un grado de cooperación interservicios no conocida en otras naciones, aunque en 1939 los alemanes tenían ya tanta práctica en tales operaciones que se trataba casi de una rutina. En realidad, todo el procedimiento se había ensayado en la Guerra Civil Española, luego en las invasiones sin derramamiento de sangre de Austria y los Súdeles en 1938 y la Checoslovaquia en 1939 que revelaron numerosas deficiencias en la organización y el equipo alemán pero que serian rectificadas a tiempo para que la Bhtzkrieg se convirtiera en una realidad amenazadora. 

Polonia 

La campaña de Blitzkneg contra Polonia en 1939 parece sacada de un libro de texto militar. Los polacos opusieron una resistencia valiente mientras pudieron, pero las tácticas de Blitzkneg permitieron a los alemanes derrotarlos en unas cuantas semanas, Esta campaña también demostró a los alemanes algo más acerca de sus deficiencias, ya que la mayoría de los carros de combate utilizados fueron los PzKpfw I y II, poco más que máquinas de entrenamiento. Las deficiencias se suplieron con la incorporación de grandes cantidades de carros checoslovacos que se mostraraon excelentes y en combate aunque carecían de armamento pesado. La escasez de infantería mecanizada fue frecuente y mientras el apoyo artillero estuvo presente con normalidad, la mayoría de los cañones pesados aún eran remolcados por caballos y eran muy lentos para el ritmo de avance de los Panzer. 

Francia 

Tras un corto período de reagrupamiento y requipamiento, además de nuevas ampliaciones de material y nuevo entrenamiento, la próxima nación en caer ante la Blitzkrieg fue Francia En la campaña que terminó entre mayo-junio de 1940, los antiguos enemigos de Alemania fueron derrotados y humillados como ninguna nación había sido derrotada en siglos y todo se debió a las tácticas de la Blitzkrieg. Tras un ataque inesperado a través de las Ardenas, los Panzer cayeron sobre las estáticas unidades francesas cerca de Sedán, las cercaron, capturaron montañas de equipo y les hicieron retroceder hacia las costas del canal de la Mancha Sin tener en cuenta cualquier norma convencional de avance, los Panzer se movieron hacia el interior de Francia y mediante una serie de rápidos movimientos, derrotaron a los belgas, franceses y por último a los británicos. A ello siguió la ocupación de Francia y las Fuerzas Expedicionarias británicas tuvieron que retirarse de Dunquerke. Más tarde se realizáron planes para invadir Gran Bretaña, que nunca se llevaron a cabo.

La URSS 

La siguiente demostración det poderío de la Blitzkrieg sobrevino en 1941, aunque ya antes se habían hecho pequeñas demostraciones en los Balcanes, Grecia y en las primeras campañas del Norte de África a partir de la llegada del denominado Afrika Korps. Estas campañas del desierto revelaron que los métodos de la Blitzkrieg sólo podian tener éxito sobre fuerzas que carecieran de movilidad. Una vez que los alemanes se paraban tanto intencionadamente como por falta de suministros (casi siempre combustible) o por la acción enemiga, la efectividad descendía notablemente. Tan pronto como se detenían, se volvía a los métodos convencionales y todo el ciclo de los Blitzkrieg debía comenzarse de nuevo, pero ya no bajo las mismas condiciones favorables de antes. 

Este hecho quedó subrayado en 1941 cuando el Ejército alemán finalmente se aventuró más allá de sus posibilidades al avanzar hacia el interior de la Unión Soviética. La «Operación Barbarroja» tuvo al comienzo un éxito espectacular gracias a la sorpresa sobre un enemigo no preparado, capturando ejércitos enteros y ciudades junto con su equipo y suministros capaces para mantener a un ejército durante años. Pero a pesar de todos estos éxitos el inmenso tamaño del territorio ruso se tragó todo el avance y la limitada capacidad de los alemanes de mantener sus movimientos. 

La mejora del tiempo en la primavera de 1942 de nuevo permitió el avance de los Panzer. Se registraron de nuevo grandes victorias pero esta vez no sirvieron de nada. A finales de ese año todo un Ejército alemán se hallaba atrapado en Stalingrado, en el desierto del Norte de África también se había perdido la iniciativa y el final de 1942 llevó consigo el final de la era del Blitzkrieg. 

Después de 1942 las formaciones acorazadas equilibradas continuaron siendo la norma pero el éxito obtenido con la Blitzkrieg rara vez se volvió a repetir. Se adoptaron pronto medidas para impedir la ruptura del frente y de lo que es más importante los mismos enemigos de Alemania adoptaron las tácticas alemanas. Entonces comenzaron a sufrir el poderío de los carros de combate en sus propias carnes. Se atacaba con igual fuerza e impacto y. aunque el carro de combate continuaba formando la fuerza principal en el campo de batalla, ya nunca fue capaz de retener el dominio alcanzado durante 1939-1941. De esta forma pasó una era de combatir, aunque sus efectos todavía permanezcan. Los ejércitos todavía se despliegan en el campo de batalla en formaciones equilibradas entre carros de combate, infantería mecanizada y artillería autopropulsada y cuentan con apoyo cercano proporcionado por un arma aérea de respuesta inmediata. Pero la única manera de repetir los rápidos avances de la Blitzkrieg es si se disfruta de una arrolladora superioridad en número de armas y potencia de fuego. Pero hoy en día. esta situación puede ser prevenida mediante la utilización de las armas nucleares tácticas. 

Texto extraido de la revista Enciclopedia de las Maquinas de Guerra del Siglo XX Nº 26 "Carros de combate del Eje"


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