La ultima batalla
La caída de Berlín y la derrota del nazismo
Cornelius Ryan
LA BATALLA DE BERLÍN, última ofensiva contra el Tercer Reich, el de Hitler, comenzó precisamente a las 4 de la madrugada del lunes, 16 de abril de 1945, o Día A, como le llamamos los Aliados occidentales. En aquel momento, a menos de 60 km al este de la capital, estallaron llamaradas rojas en el cielo nocturno sobre el henchido río Oder, desencadenando una tremenda barrera artillera y el comienzo del asalto ruso contra la ciudad.
Aproximadamente a esa misma hora, elementos del 9° Ejército de los EE. UU. se alejaban de Berlín retrocediendo hacia el oeste para ocupar nuevas posiciones a lo largo del río Elba, entre Tangermünde y Barby. El 14 de abril, el general Eisenhower había decidido detener el avance anglo-norteamericano a través de Alemania. «Berlín», decía él, «no es ya un objetivo militar.» Cuando las tropas norteamericanas recibieron la orden, Berlín, para algunos de ellos, se hallaba sólo a 72 km.
Cuando empezó el ataque, los berlineses, entumecidos y aterrados, esperaban entre los escombros bombardeados de su ciudad, aferrándose a la única política que ya contaba: la política de la supervivencia. Comer era ya más importante que amar, enterrar más digno que luchar, y resistir era más correcto militarmente que ganar.
Lo que se cuenta aquí es la historia de la última batalla, el asalto a Berlín y su captura. Aunque este libro incluye relatos de la lucha, no es de historia militar. Más bien es la historia de la gente corriente, tanto soldados como, personas civiles, que fueron arrastrados por la desesperación, la frustración, el terror y la violencia de la derrota y de la victoria.
Aproximadamente a esa misma hora, elementos del 9° Ejército de los EE. UU. se alejaban de Berlín retrocediendo hacia el oeste para ocupar nuevas posiciones a lo largo del río Elba, entre Tangermünde y Barby. El 14 de abril, el general Eisenhower había decidido detener el avance anglo-norteamericano a través de Alemania. «Berlín», decía él, «no es ya un objetivo militar.» Cuando las tropas norteamericanas recibieron la orden, Berlín, para algunos de ellos, se hallaba sólo a 72 km.
Cuando empezó el ataque, los berlineses, entumecidos y aterrados, esperaban entre los escombros bombardeados de su ciudad, aferrándose a la única política que ya contaba: la política de la supervivencia. Comer era ya más importante que amar, enterrar más digno que luchar, y resistir era más correcto militarmente que ganar.
Lo que se cuenta aquí es la historia de la última batalla, el asalto a Berlín y su captura. Aunque este libro incluye relatos de la lucha, no es de historia militar. Más bien es la historia de la gente corriente, tanto soldados como, personas civiles, que fueron arrastrados por la desesperación, la frustración, el terror y la violencia de la derrota y de la victoria.
Excelente libro para la colección de tu blog, enhorabuena por esta web
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